Atarse los cordones

cordones

Durante varios años, hemos intentado adaptarnos a los cambios propuestos en guardería,  colegios, pediatras…. para que nuestra manera de hacer las cosas en casa fuese, más o menos, a la par que el resto de lugares en los que nuestros hijos, y nosotros, participamos. Unas veces con más esfuerzo y otras con menos, hemos intentado incorporar, en nuestros hábitos y rutinas, las indicaciones que veíamos oportunas para que “todo” fuese en la misma línea.

Casi todos los cambios han ido dirigidos a facilitar la vida de nuestros hijos, o por lo menos eso es lo que, hasta hace poco, creíamos; porque algunos cambios o indicaciones, no han resultado al final tan buenos, ni para ellos, ni para nosotros. Y aquí es donde incorporo el tema “atarse los cordones”, y es que, desde hace unos años,  es obligatorio el uso de calzado con velcro, y no con cordones, en la mayoría de los colegios. Esta “moda” parece una de tantas hecha por “prescripción médica”; pero nada que ver:es una de tantas modas que, no solo no ayudan a los niños a desarrollar parte de sus capacidades motrices, de coordinación o autonomía, sino todo lo contrario, pues tarde o temprano tienen que aprender a atárselos; y es verdad que lo aprenderán, pero por experiencia personal, vivida con mis hijos, se que cuanto antes aprendan mejor. Siendo pequeños  lo hacen como un juego, un reto, y es mas sencillo enseñarles puesto que su actitud hacia este tipo de aprendizajes es muy positivo. El periodo de desarrollo que va de los 2 a los 6 años es propicio para adquirir y controlar destrezas en autonomía para vestirse, que servirán de base a otras destrezas más complicadas de  adquirir como la organización en las tareas. En estas edades todo lo  quieren aprender, y  a partir de esa edad,  tener que imponerles aprendizajes básicos será mucho más costoso. Y he “tocado” el tema de los cordones porque… hasta partidos de fútbol se paran, para que el entrenador de turno entre al campo a atarles los cordones a niños de 9 años, capaces de manejar, con gran destreza, aparatos digitales que requieren unas competencias intelectuales y motrices de gran precisión.
Este post podría parecer  muy simple, puesto que atarse los cordones es un hecho sencillo y que todos llegarán a aprender; pero mi objetivo no es sólo que enseñemos a nuestros hijos a atarse los cordones antes de los 6 años, sino que es importante reflexionar sobre el hecho de que ante una indicación cómoda y adecuada para todos, pensemos si realmente nos beneficiaremos de ello a largo plazo. Podríamos aplicar esto mismo a los siguientes temas: deberes, preparar la mochila, asumir ser sus agendas con las “plataformas escolares”, comunicarnos por WhatsApp  o correos electrónicos, y no de palabra. Quizás solo sea cuestión de valorarlo; pero debemos pensar que los beneficios, en ciertos cambios, y a corto plazo, no tienen porque ser los mejores: pueden entorpecer la manera sana y natural de aprender, asumir responsabilidades, relacionarnos…

Deseo que os pueda servir de algo haber leído estas palabras.

Vídeos para practicar de forma divertida 🙂

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *