En muchas conversaciones con amigas aparece el tema de las tutorías. La mayoría de ellas me preguntan ciertas cuestiones que me sorprenden como madre, y más como maestra. Cuestiones que deberían tenerse claras incluso antes de llegar al colegio, puesto que ya, en los centros de la primera etapa de educación infantil (guarderías), por los que pasan un importante número de niños, deberían haber quedado claras.
Con este post intentaré aclarar algunas de estas cuestiones que pueden mejorar el uso de las tutorías y darles la importancia que tienen para una buena relación entre la familia, el alumno, los profesores y el centro.
En primer lugar, el tutor/a debe ser el profesor que más horas lectivas pase con los alumnos, y que, normalmente, imparte las áreas con mayor número de horas dentro del currículo de dicho alumno.
Para poder realizar una correcta función tutorial, es necesario conocer al alumno y pasar horas con él, en caso de no darle ninguna asignatura difícilmente ejercerá bien dicha función tutorial, puesto que conocemos a los alumnos cuando los tratamos y pasamos horas con ellos.
Las tutorías pueden ser con alumnos y/o padres.
Todos los profesores tenemos asignado y concretado en nuestro horario semanal el de tutoría destinada para padres. Esto quiere decir que, no solo podemos, y debemos, solicitar una tutoría trimestral con el tutor, sino que podemos solicitar tutorías con cualquiera de los profesores que den clase a nuestros hijos. El uso de las tutorías con otros profesores, que den clase a nuestros hijos, puede aclarar ciertas dudas que tengamos sobre el funcionamiento de los niños en áreas que no dé el tutor, aunque éste deba informarse, de lo que hace el alumno con dichos profesores, antes de mantener una reunión con los padres.
Como mínimo debe haber una reunión trimestral entre el tutor y la familia. Podrá dar las fechas de tutoría el propio tutor o solicitarlas la familia. Los padres tienen que saber como funcionarán estos encuentros desde el inicio de curso, para poder organizarse y sacar el máximo partido a estas reuniones, que deben ser preparadas tanto por parte del profesor como de los padres, puesto que será un momento de transmisión y recogida de información, fundamental para facilitar el éxito escolar del alumno, puesto que dicho éxito escolar está influido, entre otros aspectos, por la relación que las familias mantienen con el centro y los profesores.
Las tutorías deben estar preparadas por ambas partes, debemos recibir información clara y concreta sobre el rendimiento de nuestros hijos, su comportamiento y los puntos a trabajar y/o mejorar hasta la próxima reunión.
Tenemos que tener claro el objetivo de estas tutorías, puesto que si las aprovechamos mejoramos y facilitamos las relaciones con el centro y con los profesores tanto los padres como el propio alumno, pudiendo mejorar los aprendizajes y su rendimiento académico.
La mejor manera de aprovechar una tutoría será apuntando aquellas cosas que queremos saber, reflexionarlas antes de mantener dicha reunión. No debemos hacerlo, justo, unos días antes, sino que debemos ir apuntando, en alguna libreta destinada a esto, los aspectos que nos preocupan, o las curiosidades que, a veces, nos quitan el sueño y que cuando debemos aclararlos se nos pasa y no lo hacemos.
Deseo que este pequeño post sobre tutoría os pueda servir de ayuda.
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